El 8 de diciembre, cuando todos estamos armando el pesebre en una mesita, y eligiendo las bolitas de navidad que se hayan salvado del ataque del perro para colgar en el arbolito, en algunos increíbles lugares del norte argentino... también lo hacen. Pero lo hacen a lo grande. Figuras de María y José de tamaño casi real se instalan en las plazas, terrenos baldíos y algunas veredas, y los pastorcitos llegan con su plástico a veces maltrecho desde todas las casas. A eso se le llama, en el norte, Pesebre.
Varias familias se congregan para organizar el espacio, construyen la casita, acomodan los personajes y adornan todo con brillos y muchas luces. Y cuando ya está listo, empieza a funcionar el Pesebre: chicos de todo el barrio se con gregan cada tarde, desde el 8 de diciembre hasta el 6 de enero, y a cada una de esas tardes la dedican a adorar al Niño Dios. Los adolescentes han ensayado previamente la formación de una pequeña murga de zurdos, redoblantes y algún instrumento de viento (casi siempre quena o sikus) para dar ritmo a la adoración. Se arma frente al pesebre una doble fila en la que todos los niños se van acercando hasta Jesús para darle gracias por haber nacido, en una danza que revela la alegría verdadera del Evangelio.
Algunas normas internas que hay que tener en cuenta para que no te reten: cuando llegaste hasta Jesús, no te des vuelta para volver al final de la fila, volvé caminando hacia atrás porque sino le das la espalda a Jesús; lo que se hace no es bailar!!! es adorar... cuidado con esto porque puede costar caro.
Como sea... si bien hay mucho de tradición sin cuestionar, los Pesebres Jujeños (los pongo con mayúscula porque en serio inspiran respeto) son verdaderos memoriales del nacimiento de Jesús, involucrantes... Rito sentido y con sentido.
Me hace pensar en mi forma de adorar a Jesús cuando lo tengo naciendo adentro mío... en la tuya, en la de todos... Quizás el año que viene haga un Pesebre en mi casa...
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a patapila
a patapila es un blog de descarga, un cable a tierra de la vida que me ataca, que me invade con armas de risa y lágrimas. Un diario de viajante del mundo que derrocha poesía que nadie lee (o nadie escribe) y se escribe a sí mismo con olvidos y recuerdos, pasiones y broncas, inquietudes y certezas raras. Un espacio que comparto de las huellas descalzas que el tiempo deja, y que le dejo al tiempo.
YA ESTÁS ADENTRO, DEJÁ TU HUELLA...
Haciendo click en el título de cada texto podés hacer comentarios... Ya estás adentro, descalzate y dejá tu huella...
En el norte se dice "a pata pila"
para decir "descalzo".
andando a pata pila se saborea mejor el
mundo, se sienten hondo los dolores
y las tibiezas del camino...
Hay que aprender a caminar a pata
pila, para no tener miedo ni andar cuidando
de no pisar ninguna espinita. Hay que animarse y
disfrutarlo...
A pata pila como los niños , como
los aborígenes, como cuando nacimos.
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