Varias familias se congregan para organizar el espacio, construyen la casita, acomodan los personajes y adornan todo con brillos y muchas luces. Y cuando ya está listo, empieza a funcionar el Pesebre: chicos de todo el barrio se con gregan cada tarde, desde el 8 de diciembre hasta el 6 de enero, y a cada una de esas tardes la dedican a adorar al Niño Dios.
Algunas normas internas que hay que tener en cuenta para que no te reten: cuando llegaste hasta Jesús, no te des vuelta para volver al final de la fila, volvé caminando hacia atrás porque sino le das la espalda a Jesús; lo que se hace no es bailar!!! es adorar... cuidado con esto porque puede costar caro.
Como sea... si bien hay mucho de tradición sin cuestionar, los Pesebres Jujeños (los pongo con mayúscula porque en serio inspiran respeto) son verdaderos memoriales del nacimiento de Jesús, involucrantes... Rito sentido y con sentido.
Me hace pensar en mi forma de adorar a Jesús cuando lo tengo naciendo adentro mío... en la tuya, en la de todos... Quizás el año que viene haga un Pesebre en mi casa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario