i1 - ¡Qué increíble, nunca se me había ocurrido!
i2 - Si, yo estoy re contenta, es una experiencia diferente, además me encariñé mucho con la gente, la verdad, me encariño siempre rápido con la gente
i1 - Bueno, podríamos ver que hagas lo mismo en Colón, que la situación está un poco caída...
i2 - Si, está bien, me encantan los desafíos!
Okey, ahora vamos a tratar de deducir de qué estaban hablando i1 e i2. Estás pensando en trabajo en una villa o en un hospital: no, equivocado. Bueno, se te ocurre que hablan de una escuela de deportes que repuntó por x acción y quieren hacer lo mismo en Colón: no, lejos. Mmm, una persona, me dirías, que dio un taller o una charla y ahora la llevan a colón: basta, no le vas a pegar nunca. Esa conversación, palabras más, palabras menos, la escuché mientras tomaba la leche en un barcito a dos mujeres jóvenes (entre 25 y 30 años) que hablaban de...
...pañales! Lo juro! i1 (idiota 1) era como una supervisora de huggies e i2 (obviamente, idiota 2) era una vendedora de pañales huggies. Resulta que i2, en un arrebato de iluminación divina

¡A la mierda! ¡Nos hemos vaciado tanto de pasiones que vender pañales puede ser una experiencia diferente! Por Dios! ¡Pasión por la bosta! Alguien que les muestre a esas pibas por dónde se les está pasando la vidaaaaaaa...
¡¡¡Claaaaaaa....!!! Así cualquiera tiene pasiones, porque no me digan que es difícil ser una apasionada de los pañales sin usar! Para eso yo me voy a vivir experiencias diferentes vendiendo papel higiénico, cortauñas y bocinas para aviones!! Y me voy a encariñar con la gente que, como yo, ame con todo su corazón, con todas sus fuerzas, con toda su alma el no tener nada apasionante para apasionarse...
(¡¡¡SIIIIIII!!!! ¡¡¡ESTOY ENOJADAAAAA!!!